Se necesitan, desde siempre.
Se contemplan, deseosos.
Se complementan.
La tierra deja seducirse sabiendo que él siempre estará allí,
dispuesto a humedecer, generosamente, sus labios.
A saciar su sed.
Un mar inagotable, dinámico e inquieto.
En devenir constante.
La tierra, la tregua.
Lo firme.
Descanso; pausa del mar.
Un mar creciente, la acaricia, besándola.
En franca seducción, entrecruzan sus pobladas miradas.
Se aferran a la ilusión de ser tan sólo uno.
A fundirse...
Se contemplan, deseosos.
Se complementan.
La tierra deja seducirse sabiendo que él siempre estará allí,
dispuesto a humedecer, generosamente, sus labios.
A saciar su sed.
Un mar inagotable, dinámico e inquieto.
En devenir constante.
La tierra, la tregua.
Lo firme.
Descanso; pausa del mar.
Un mar creciente, la acaricia, besándola.
En franca seducción, entrecruzan sus pobladas miradas.
Se aferran a la ilusión de ser tan sólo uno.
A fundirse...
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